domingo, 19 de septiembre de 2010

Pablo Motos o el presentador protagonista



Cuando comenzó "El Hormiguero" me pareció un programa original, desenfadado, divertido, y en gran parte era debido al aire fresco que le aportaba Pablo Motos y su equipo de guionistas. Sin embargo, me da la impresión de que el presentador se ha desgastado y, con él, "El Hormiguero" se ha degradado.

Creo que tendrán mucho que ver los guionistas del programa y el propio desgaste del formato, pero en el fondo está el protagonismo que se le ha otorgado a Pablo Motos, que más que presentador parece convertirse en protagonista cada programa.

Y eso que entre los guionistas se encuentran los fabulosos Juan y Damián (me quedo con su sección, "El Kiosko") o Toño.

Pero los chascarrillos soeces, la obsesión por mostrar músculo o habilidades con la guitarra, y todo aquello que al principio parecía espontáneo, casual  y anecdótico, en la actualidad se ha convertido en el hilo conductor de las entrevistas de Pablo Motos en El Hormiguero.

Y es una verdadera lástima, porque con invitados de la talla de Will Smith o Miguel Bosé la entrevista se pierde en chistes personales, colegueos excesivos y burdos comentarios. Pero vamos, esto es lo normal ante cualquier entrevistado.

Cierto que a algunos invitados no se les puede sacar mucho (léase Fernando Alonso, probablemente el invitado menos locuaz y mediáticamente antipático que ha pisado el programa),  y en esos casos el presentador ha de tomar las riendas y salir del atolladero de la mejor manera posible.

Aunque la chabacanería no sea la forma más elegante de hacerlo, y copar todo el tiempo de entrevista, sin respuestas, lo convierte en una especie de monólogo. ¿No os da la impresión de que a veces ni siquiera deja hablar a los personajes?

Otros invitados son fruto de modas pasajeras, promociones casuales,  o más o menos desconocidos.  El arte de cualquier entrevistador sería sacar lo mejor de sus interlocutores, sean quienes sean y por poco interés que nos puedan despertar, dar a conocer qué tienen de interesante para el público, descubrirnos sus creaciones, sus historias...

Pero no saber si tuvieron una diarrea aguda el día del estreno, hacían concurso de pedos sobaqueros con los compañeros de la mili o cómo de destrozadas tiene las uñas de los pies tal bailarina.

Tampoco me interesa si el protagonista de la anécdota graciosilla es Pablo Motos. Menuda cara de estupefacción y de "tierra trágame" se le ha quedado a algún invitado ante comentarios de este tipo...

Pero al fin y al cabo no importa quién se ponga frente al micrófono de Pablo Motos, porque él siempre es el presentador protagonista que ya no sorprende y ha dejado de tener gracia. Señores de "El Hormiguero", déjenos conocer más a los invitados, que al presentador ya lo conocemos.

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