miércoles, 29 de septiembre de 2010

Gracias a los piquetes, nunca seré sindicalista



En esta huelga general llevada hoy a cabo en España, la actuación de los piquetes eufemísticamente denominados "informativos" me parece repulsiva. Un ataque contra la democracia y el derecho de los trabajadores a hacer huelga o no.

Gracias a los exaltados de los piquetes que impiden a los trabajadores llegar a sus puestos, a la fuerza, sé que no seré sindicalista. Ahí los vemos zarandeando coches, insultando, rompiendo cristales, gritando, tirando papeletas a la cara, sellando cerraduras con silicona, quemando neumáticos, apedreando...

De hecho, si en vez de ante una huelga general estuviéramos ante una manifestación en el país Vasco del nacionalismo radical, las imágenes no cambiarían demasiado, y todas las actuaciones anteriores se adjudicarían sin dudarlo a la kale borroka y a la presión de esos radicales y la falta de respeto por los que no piensan como ellos.

¿De verdad los sindicatos necesitan de estas actuaciones para falsear los datos de participación en la huelga? Porque claro, si quiero ir a trabajar pero ellos me lo impiden... ¿no sería un puesto de trabajo falsamente desocupado este 29 de septiembre? Qué lástima tener que andar sumando gente a base de atacarla de malas maneras...

Señores de los sindicatos, no se adjudiquen tanto porcentaje, que no cuela. Tal vez tampoco cuele lo que nos cuenta el Gobierno, pero al menos éstos no practican el acoso y derribo al ciudadano al estilo más barriobajero.

Y que conste que el movimiento sindical me parece necesario, aunque muchas veces no actúe como a los trabajadores nos gustaría, y que estos piquetes con ganas de guerra no son representativos de los que trabajan por que la cosa funcione. Pero no me gustaría cruzarme a estas personas en mi vida, ni a la entrada de un polígono industrial, ni en el supermercado.

Así que, gracias a estos exaltados piquetes acosadores e irrespetuosos, sé que nunca seré sindicalista. Más que nada porque nunca se me ha ocurrido zarandear, insultar o detener a alguien a la fuerza, por ninguna razón, y me encanta ponerme en el lugar del otro. Por cierto, tampoco me creeré los resultados de incidencia de las huelgas...

Imagen: Libertinus en Flickr-CC

No hay comentarios:

Publicar un comentario